DE CONSEJOS Y LEGADOS
A LAS NUEVAS GENERACIONES COMO UN ERIAL
Por Román Torres Redondo
A las nuevas generaciones por las que profeso el más grande afecto igual que a mis hijos, las amo con entrañable ternura. Al verlos en el esplendor de su juventud, los comparo como un árbol renovado de semillas prodigiosas recreando sin cesar la vida.
Es preciso decirles hoy cuando los años han pasado, dejando en mí sus huellas, tratando de construir una sociedad más auténtica y con profundo contenido humano, sin desfallecer he estado buscando lo que más cerca ha estado de mí, pero que uno no advierte sino cuando el discernimiento nos muestra el verdadero sentido de la vida como un interrogante en el devenir que nos inquieta y nos cautiva.
Sólo una vez experimentamos el placer de vivir y disfrutamos a plenitud la vida.
Es nuestra existencia una metáfora en donde se conjuga la colosal y fascinante armonía cósmica y lo mutable de todo cuanto nos rodea, autoafirmándose a través de la universalidad de pensamiento y conciencia.
El mejor legado de los ancianos: su sabiduría y consejo Queriendo traspasar el muro de la indiferencia, les hago llegar este mensaje con el firme propósito de plantar unas ideas, fruto del acervo inagotable de la cultura. Cantera sin límites que penetra en nuestro ser, nos libera y derriba caducos paradigmas que nos permiten elevarnos en el presente y prolongarnos en el porvenir.
Con la facultad que tenemos los humanos de ser indestructibles en nuestros ideales.
Como un manantial esta concepción de la vida cada vez me persuade de la necesidad de transformar muchos aspectos de la cultura vigente, estereotipos que han distorsionado a nuestra sociedad, siendo los más afectados las nuevas generaciones, con falsos valores que limitan sus potencialidades encasillando a las personas de manera banal en buenos y malos, fracasados y exitosos, ganadores y perdedores.
Como un determinismo concebido a la medida de quienes se benefician propalando sofismas donde sólo tiene cabida la superficialidad, la competencia y el individualismo.
Como un erial queriendo plantar estas ideas, a modo de aforismos con el fin de desbrozar el cúmulo de prejuicios imperantes debo decirles:
Una firme y recia voluntad es la forma mágica para superar nuestros defectos y allanar las más duras dificultades.
Nada meritorio nos será dado sin el merecimiento de haberlo esculpido con tenacidad.
Los jóvenes heredan el legado de los ancianos El trabajo edificante es la más importante conquista de la historia del ser humano por habernos humanizados.
Sólo el esfuerzo dirigido y persistente nos brindará la satisfacción de lograr nuestros sueños.
No permitas que los logros alcanzados te envanezcan, te hagan insensible y sentir superior a los demás.
Vive la vida sosegadamente por más apremiante que sean las circunstancias. Siempre habrá una salida y encontrarás el camino.
Escucha a los demás y de manera comprensiva dales una respuesta.
Ten presente que lo que hoy es motivo de regocijo o amargura mañana sólo será un recuerdo.
Aférrate con decisión lo que concibas como propósito de vida, sin apartarte del bien común. Como el más elevado fundamento propiciador de la paz y la armonía ciudadana.
No hagas alarde de fuerza para que los demás te sigan, hazlo parte de tus ideales con el ejemplo y comparte los saberes como la más alta conquista fruto del esfuerzo conjunto de las generaciones pasadas y presentes.
En medio de la disparidad de ideas sé cauto al recibirlas, no emitas juicio alguno sin haber esclarecido su contenido.
No permitas que la pasión nuble tus acciones, sólo el sereno juicio te dará la claridad y la sabiduría para decidir acertádamente.
Cultiva con noble inspiración un ideal. Llénate de entereza y valor para forjarlo sin desfallecer.
Los valores comienzan desde casa... Cuando la aridez te abrume virtuoso vuelve a renacer como el árbol que al crecer, revive su plumaje y agranda su corteza.
Estas ideas para la vida son para guardarlas en nuestro corazón como semilla fecunda en fértil suelo, en la búsqueda incesante de la generosidad y el respeto a la dignidad humana.
Como un mandato a tener en cuenta, mediante el cual construiremos la paz y la convivencia entre los seres humanos
No hay comentarios:
Publicar un comentario